26/3/09

Ruimografía de Jona


Hola, yo soy Jonatán Nahuel Florit Rozas (El Loco Incurable), el ideador, director y hombre ruidoso de Ruimos. Esto fue lo que pasó conmigo.

Todo empezó en un día de Septiembre de 1984 en el que el flagelo que impulsaba mi cromosoma Y empujó un poco más fuerte que los que le hacían la competencia. La combinación genética que sobrevino luego fue inusual, pero planeada por un Grande. El 24 de Junio de 1985 fui expulsado al mundo exterior en Zapala (Provincia de Neuquen) como cualquier bebé común y corriente, pero decidí no ser tan común ni corriente (y gracias a Dios, creo que mi decisión se cumplió bien). Al año y medio de edad (cuando empiezan mis recuerdos) me llevaron a Santa Fe donde aprendí las cosas básicas de la vida y nació el capo de mi hemano Natanaél (que se llama David, pero ustedes le pueden decir Fernando). Fue en Crespo, Entre Ríos (¡¡La Capital Nacional del Huevo!!) donde pasé 12 años hermosos (escuela primaria y secundaria) y donde nacieron mis 2 hermanas. Pero lo más importante fue ese día del primer año en Crespo en el que reflexionando a solas, unos meses antes de cumplir 6 años, acepté a Jesús como mi salvador personal. En ese tiempo de desarrollo, siendo hijo de una escritora y de un músico comodín y habiendo actuado desde que tenía memoria, no podía menos que desembocar en un proyecto de artista. Incursioné en el dibujo inclinándome por el humor gráfico y las caricaturas; en el área de la música elegí el saxo y el canto; mi preferencia literaria para crear logró ser la ficción científica; pero el arte que más me interesó fue la actuación. Cuando estaba en 4° año de la secundaria les presenté la idea a Nata (mi hermano) y a Nico (un viejo amigo y vecino por un tiempo inolvidable) y en seguida pusimos manos a la obra (y las lenguas también). Lo mejor era la idea, a mi gusto éramos bastante truchos al principio, pero después nos fuimos perfeccionando, ahora ya casi no me salen pedazos de garganta durante los ensayos y los chicos se quiebran mucho menos con las explosiones y cosas así. La canción del final de cada obra empezamos haciéndola acapella, después grabé un cassette con el saxo que lo usé un par de veces y nunca más porque era malísimo. Así que seguimos sin música por mucho tiempo (a veces nos hacían el aguante alguno que otro guitarrista o pianista), hasta que en el 2005 para la presentación en el teatro municipal invertimos en un CD y en las remeras. Ambas fueron ideas muy buenas y que más tarde nos fueron muy útiles. Lo difícil fue a partir del 2003 cuando me mudé a Córdoba a estudiar (Kinesiología y Fisioterapia), el grupo estaba separado por varios kilómetros por lo que era difícil hacer presentaciones y más aún ensayar; pero para Dios nada es, fue ni será imposible. Gracias a su ayuda pudimos seguir, más por habernos puesto en el camino a mi amigo personal Fabricio, que nos ayudo a tapar el hueco de la ausencia del 3er hombre. Hoy, con Fabri y Nata conmigo en Córdoba y Nico en Crespo, todavía seguimos; y soy feliz de poder dedicar todo mi arte al Creador y Rey del Universo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario